Cuatro encapuchados maniatan y retienen a dos menores en el asalto a una vivienda en Málaga capital

Cuando los delincuentes se marcharon, los dos hermanos, de 11 y 15 años, tuvieron que salir de su casa descolgándose con sábanas desde el tejado, ya que los dejaron encerrados, informa Diario Sur.
Estaban solos en casa. En mitad de la noche, cuatro asaltantes irrumpieron en la vivienda y los ataron de pies y manos. «¿Dónde está el dinero? Vuestra madre nos debe dinero», repetían una y otra vez. No encontraron lo que buscaban y tuvieron que conformarse con una pequeña suma de dinero en efectivo. Los dos críos, de 11 y 15 años, resultaron ilesos, aunque vivieron una auténtica película de terror. Como los dejaron encerrados, para salir de la vivienda tuvieron que descolgarse desde el tejado del chalé con sábanas anudadas.
Los hechos sucedieron la madrugada del domingo al lunes en una vivienda de Málaga capital. Alguien telefoneó al 092 de la Policía Local de Málaga para alertar de que se había producido un robo en el interior de un domicilio y los autores se habían dado a la fuga. Desde la sala se movilizó a las patrullas que se encontraban más cerca del lugar.
Al llegar, los policías locales observaron que había un niño subido en el tejado de una vivienda, mientras que en la zona exterior de la casa, pero dentro del recinto amurallado, había otro menor intentando sujetar a un perro que, según decía él, podía morderles. Los agentes vieron que de la terraza de la planta superior del chalé pendían varias sábanas anudadas.
Tras atar al perro, el menor abrió la puerta del muro exterior a los policías y les pidió que accedieran a la vivienda, mientras que el otro niño -que resultó ser hermano del primero- bajó del tejado. Ambos relataron a los policías locales que estaban solos en el domicilio porque su madre había salido y que, de repente, irrumpieron en la casa cuatro encapuchados.
Según la versión de los menores, los asaltantes los llevaron hasta una habitación de la planta superior y los ataron de pies manos para, a continuación, comenzar a registrar toda la vivienda. Lo único que les preguntaron es que dónde estaba el dinero y aludieron a una supuesta deuda que su madre mantendría con ellos. No llegaron a agredirles, pero sí que les amenazaron durante el tiempo que duró el asalto.
Uno de los menores les entregó una pequeña cajita que contenía 300 euros, el único dinero que, al menos por lo que él sabía, había dentro de la casa. Parece que no era la suma que buscaban los asaltantes, que revolvieron toda la casa. Cuando llegaron los agentes, pudieron comprobar que la vivienda estaba muy desordenada, como si la hubieran registrado.
Al cabo de un rato, se marcharon, dejando a los dos críos maniatados y encerrados en el piso de arriba. También se llevaron sus teléfonos móviles. Los menores tuvieron que liberarse entre ellos. Según explicaron a los policías, el mayor cogió unas tijeras y cortó las ligaduras al pequeño, que a continuación soltó a su hermano.
Los policías locales comenzaron a hacer gestiones para localizar a la madre. Mientras trataban de contactar con ella, la mujer se presentó en el domicilio, donde le contaron lo que acababa de suceder. Fue la madre quien contó a los funcionarios que en la caja que se llevaron los ladrones había unos 300 euros en efectivo.
Del caso se ha hecho cargo el Cuerpo Nacional de Policía, que ha abierto una investigación para identificar a los encapuchados que irrumpieron en la casa y retuvieron a los menores.