Dan de alta al hombre que fue reducido a tiros en Rincón de la Victoria
El detenido atacó a dos agentes tras protagonizar un supuesto episodio de violencia de género
El hombre que fue reducido a tiros en Rincón de la Victoria tras arremeter con dos cuchillos contra dos guardias civiles ha sido dado de alta hoy por el equipo médico que lo ha atendido en el Hospital Regional de Málaga, según fuentes sanitarias. Así, el detenido, que recibió tres impactos de bala en el tren inferior y posteriormente se autolesionó en el abdomen y en el cuello con una de las armas blancas que portaba, podrá ser interrogado por los investigadores de un caso que comenzó con un supuesto episodio de violencia de género y finalizó con el enfrentamiento entre el hombre y los agentes que acudieron en auxilio de su expareja. Una vez completadas las diligencias, será puesto a disposición de la autoridad judicial para que esta determine los delitos por los que se le investiga y las medidas cautelares correspondientes.
Los hechos comenzaron sobre las 21:30 horas del lunes, cuando una llamada telefónica alertó a la Guardia Civil de que había un individuo que estaba intentando entrar en el domicilio de su expareja con la que tenía antecedentes por violencia de género. Cuando los agentes llegaron al lugar, el sospechoso, que tiene antecedentes por malos tratos y desobediencia, se mostró muy agresivo y amenazante y emprendió la huida, pero fue interceptado en el paseo marítimo Nuestra Señora del Carmen. Tal y como reflejan los vídeos grabados por testigos, allí hizo caso omiso a las indicaciones de los funcionarios y se enfrentó a ellos «esgrimiendo dos armas blancas de grandes dimensiones con las que comenzó a amenazarlos», detalla La Opinión de Málaga.
Acto seguido intentó agredir a los componentes de la patrulla, especialmente a la agente, que tuvieron que sortear el ataque y efectuar cinco disparos con sus armas reglamentarias. Tres de ellos impactaron en el tren inferior del agresor, que a pesar de las heridas siguió en pie y haciendo frente a los agentes hasta que las fuerzas empezaron a fallarle. Antes de sentarse en un banco, se produjo cortes en el cuello y en el abdomen mientras los agentes le pedían que cesara en su actitud e intentaban desarmarlo con las porras extensibles.
